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Urbes conditae
Éramos pocos y parió la abuela
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marzo 18, 2010
Mamele
Cuando descubrió que en el mundo ya no había lugar para huir de su madre, abrió la puerta a otros mundos. Al cerrarla, lamentó que su madre no estuviera allí: seguramente ella le hubiera recordado llevar las llaves para volver al otro lado.
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